Ubicada en el pueblo de Vlajerna, enfrente de Arta, tomó su nombre de la famosa Virgen de Vlajerna de Estambul.
Se fundó a finales del siglo XI y la remodeló a mediados del siglo XIII Miguel II Duque Comneno.
Se trata de otra muestra del orgullo y religiosidad de los perseverantes cristianos de la Arta bizantina.
Exteriormente el templo no llega a la grandeza del Consuelo (Parigorítisa) o a la elegancia decorativa de san Basilio, pero tiene también sus elementos distintivos que la hacen, si no grandiosa, sin duda impresionante.
En el interior, el tiempo y desafortunadas intervenciones posteriores han dejado sus huellas por doquier, por lo que se ha perdido buena parte de su antiguo esplendor.
Cerca de las esquinas occidentales de la nave hay dos tumbas en cista sin pretensiones, que son la característica del monumento.
Hoy en día es la iglesia parroquial del pueblo al que ha dado nombre.