El convento de la Virgen, dedicado a la Natividad de la Virgen, se encuentra a pequeña distancia de la población de Gurianá.
Tomó el sobrenombre de Jrisospileótisa (de la Cueva del Oro) por las cueva cerca de la cual se construyó, donde según la tradición se halló una imagen de oro de la Virgen.
Según la leyenda, la iglesia actual se renovó en 1663.
Está construida en el estilo arquitectónico conocido como athonítikos (con tres espacios, es decir, tres cavidades de tres lados). El nártex se añadió posteriormente.
Los frescos del interior de la iglesia datan de 1801.
Es notable el iconostasio de madera con bellos motivos florales, entre los cuales se desarrollan escenas evangélicas y representaciones de animales y aves. Las imágenes del iconostasio datan del siglo XIX.
De particular interés son las dos fuentes de piedra que hay cerca de la iglesia y proveen de agua a los peregrinos y visitantes de este importante monasterio.