De trata del monasterio más importante de la isla del lago de Ioánina.
Su nombre hace referencia a la familia aristocrática de los Filántropos que se asentó en Ioánina, proveniente de Constantinopla, tras su conquista en 1204.
La iglesia tiene una sola nave, con nártex abovedado y nártex exteriores en los lados norte, oeste y sur.
Se desconoce la fecha de construcción del templo, pero según consta en una inscripción, fue restaurado por Miguel Filántropo. Está decorado con frescos «maravillosos» del siglo XVI, que se realizaron en tres fases.
Las pinturas de santos, obra de autores anónimos, impresionan por la variedad de representaciones y se consideran «obras maestras» de la pintura pos-bizantina. La riqueza de las representaciones y la calidad de la pintura constituye un conjunto «único».
Especial interés presentan las imágenes de antiguos filósofos griegos, que ilustran los laterales del nártex sur.
Del resto de edificios se conservan las ruinas del Refectorio y un conjunto de celdas.