Es una verdadera obra maestra de arquitectura, obra de un arquitecto desconocido pero genial.
Se ubica en el centro de la ciudad, en el lado occidental del muro, y limita con el ágora romana.
En él se daban discursos, se celebraban competiciones filológicas y musicales, así como representaciones teatrales durante los nuevos accios, juegos religiosos celebrados en honor de Apolo.
Se construyó en los años de Augusto (inicios del siglo I d. C.) y sufrió varias reparaciones y alteraciones a finales del siglo II-inicios del III d. C.
El odeón está conformado por cávea, orquesta y escena.
La cávea tenía 19 filas de asientos divididas en dos secciones por un pequeño pasillo horizontal que discurría en el centro. En la décima fila de asientos hay pequeñas aberturas, obradas por motivos de acústica.
Tres pórticos semicirculares, de distinta altura cada una afianzan la cávea, asegurando la pendiente.
La orquesta tenía forma semicircular y estaba decorada con mármoles de colores, parte de los cuales han llegado a nuestros días.
Entre el escenario y el proscenio se distingue un profundo y estrecho corredor. Se trata de la «zanja del proscenio», que se utilizaba para subir el telón en cada representación.