Fue durante la antigüedad uno de los centros políticos, administrativos y económicos de Tesprotia.
Las ruinas de la ciudad se encuentran en la ladera del monte Vrysella. Se trata de un lugar espectacular en varios sentidos, rodeado por el río Kalamás, que contribuyó no poco a la autonomía económica de la ciudad.
Su fundación data de la segunda mitad del siglo IV a. C., aunque el lugar estuvo habitado ya en época prehistórica.
Floreció durante la época helenística, fue sede de la «Liga de los Tesprotos» y la destruyeron los romanos en el año 167 a. C.
La ciudad tiene una superficie de 280 hectáreas y llegó a tener unos 6000 habitantes, protegidos por un muro monumental. Las ruinas de edificios y calles muestran que tenía un plan urbanístico.
Es importante el teatro, del siglo III a. C., que tenía capacidad para 4000 personas.
Uno de los principales hallazgos es el de 3000 sellos de arcilla encontrados en el Pritanío y que constituyen un archivo único. Proporcionan mucha información sobre la amplitud de las relaciones diplomáticas con grandes ciudades del mundo helénico.