Construido al sureste de Métsovo, cerca del río Metsovítiko, el monasterio de san Nicolás fue uno de los más importantes de la región.
Su fundación se remonta a época bizantina, puesto en el siglo XIV se menciona por primera vez el monasterio y a su abad, Isaías.
A lo largo de su extensa historia se reformó en varias ocasiones, pero se renovó completamente alrededor de 1700. Su planta actual se debe a las obras de restauración realizadas en torno a 1960 por la Fundación Barón Mijaíl Tosísta.
La iglesia del monasterio está abovedada.
Los frescos del interior se conservan en relativamente buen estado, apreciándose dos fases pictóricas.
La primera, a la que pertenecen la mayoría de los frescos, data de 1702 y es obra del pintor Eustacio; la segunda, a la que pertenecen los de la sección occidental, que presentan fuertes influencias occidentales y son más tempranos.
Al exterior del monasterio se ha montado una capilla dedicada al mártir san Nicolás de Métsovo, que padeció martirio en 1659.