Se encuentra cerca del pueblo de Jrysavgí y fue una importante ciudad antigua de Tesprotia. Durante un periodo (335-330 a. C.) fue sede de la Liga de los Tesprotos.
La ciudad está construida sobre una meseta a los pies de los montes Paramythiá y tenía vistas sobre el valle.
Las fortificaciones monumentales, que datan de la primera mitad del siglo IV a. C. se conservan actualmente hasta los 7 m de altura. Tienen 4 m de ancho y su construcción asombra al visitante.
La ciudad experimentó un fuerte crecimiento en época helenística y fue destruida por los romanos en el 167 a. C.
Las excavaciones han sacado a la luz muchos hallazgos importantes así como elementos sobre la estructura urbana de la ciudad.
También se han encontrado monedas de otras importantes ciudades de la región, que evidencian la prosperidad económica así como el ámbito del comercio y las comunicaciones de sus habitantes.
Muchos de los hallazgos se exponen actualmente en el Museo Arqueológico de Igumenitsa.
Elea está entre los yacimientos arqueológicos visitables más importantes de Tesportia.